La Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos acordaron en su encuentro de 1987 declarar el 28 de mayo como el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, una jornada que persigue visibilizar enfermedades que afectan a la población femenina, así como denunciar la discriminación por cuestión de género en el acceso a este derecho fundamental.
Unos servicios adecuados de salud sexual y reproductiva, el aborto legal y seguro o la lucha contra todas las formas de violencia hacia las mujeres son algunas de las reivindicaciones históricas en dicho sentido. El objetivo es acabar con injustas realidades como las que evidencian los siguientes datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud (OMS):
- Cerca de 830 mujeres fallecen a diario por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.
- Una de cada tres mujeres puede sufrir agresiones físicas y sexuales en algún momento de su vida.
- El 70% del personal sociosanitario mundial es femenino. Sin embargo, la mitad de la contribución de las mujeres a la salud mundial, que equivale a tres billones de dólares anuales, no se remunera.
Estos son solo algunos de los muchos ejemplos que evidencian la necesidad de intervenciones específicas. De hecho, la OMS cuenta desde el pasado 2016 con una estrategia mundial que pretende “lograr de aquí a 2030 nada menos que una transformación en materia de salud y desarrollo sostenible que beneficie al conjunto de las mujeres, niños/as y adolescentes de todo el mundo”. Sin embargo, su carácter no es vinculante, por lo que tanto el grado de compromiso como los recursos disponibles varían según países, los cuales no están obligados a resultados.
Por otra parte, hace tiempo que también se reclama subsanar la brecha de género existente en lo que a ensayos clínicos se refiere, algo que incluso llegó a poner de manifiesto el Parlamento Europeo. Esto implica que las mujeres están infrarrepresentadas en las investigaciones y que reciben los mismos tratamientos que los hombres incluso ante enfermedades en que las diferencias pueden ser perjudiciales, como el alzhéimer, el cáncer, los ictus, los antidepresivos o las enfermedades cardiovasculares.
Con vistas a conocer actividades sobre la salud de las mujeres, así como ampliar información y encontrar oferta formativa al respecto, recomendamos consultar el correspondiente programa del Instituto de la Mujer, con el cual se pretende establecer políticas de salud con perspectiva de género, difundir conocimiento para profesionales del sector y promover la elaboración de materiales dirigidos a las mujeres.