Licenciada en Derecho y Ciencias Políticas. También tiene máster en Abogacía. Entró en el Congreso de los Diputados con tan solo 25 años. Dejó esta posición en 2016 al ser nombrada directora del Instituto Valenciano de las Mujeres y por la Igualdad de Género. María Such (@SuchMaria) es una de las referentes en la promoción del feminismo desde el ámbito institucional.
Entendemos que la lucha contra la violencia machista es uno de tus principales frentes de trabajo. A pesar de las campañas de concienciación y los recursos disponibles, este problema persiste arraigado en nuestra sociedad. ¿Qué medidas habría que reforzar o aplicar desde las administraciones públicas para que la lucha sea más efectiva?
Durante estas dos legislaturas nuestro principal trabajo se ha centrado en tener una mayor presencia en el territorio, para que las políticas públicas con perspectiva de género y lucha contra la violencia de género y machista puedan desarrollarse en toda la geografía valenciana.
Medidas como la creación de la Red Valenciana de Igualdad, profesionalizando el trabajo de sensibilización y prevención a través de las agentes y promotoras de igualdad, ha sido fundamental para dignificar la igualdad en la sociedad, así como revertir una estructura social patriarcal.
En esta línea tenemos que seguir. Debemos seguir ampliando la presencia y la transversalidad de la igualdad en las políticas públicas para recuperar el tiempo perdido de los anteriores 20 años, donde la igualdad era simplemente una palabra, pero no un hecho.
¿Qué cambios se han observado a raíz del Pacto Valenciano Contra la Violencia de Género y Machista firmado en 2017?
El Pacto Valenciano Contra la Violencia de Género y Machista nació con 293 medidas que se han ido ejecutando y ampliando durante este tiempo, algunas tan importantes como asimilar la violencia de género a la violencia terrorista y que las víctimas y familiares tuviesen reconocidos los mismo derechos o, por ejemplo, la puesta en marcha de la Red de Centro Mujer en el Ámbito Rural, siendo estos centros los únicos de todo el territorio que trabajan de manera itinerante en las zonas del interior de la Comunidad Valenciana.
Pero, sin duda, una de las características más importantes del Pacto Valenciano es el consenso con que se fraguó. Conseguimos que el acuerdo fuese el cimiento dentro del debate. Toda la sociedad social, civil, política e institucional está representada, por supuesto, junto con el movimiento feminista valenciano, lo que visto en perspectiva fue un gran acierto, dado que hemos visto como el surgimiento de la ultraderecha en España no solo cuestiona, sino que niega el mayor de los problemas que vivimos como sociedad, la violencia de género.
Por eso es tan importante este Pacto, porque todos aquellos partidos políticos que se encuentran dentro de la esfera democrática tienen clara la línea que se debe seguir para combatir la violencia de género y machista.
Los planes de igualdad son una de las áreas abordadas desde el Instituto de las Mujeres. El año pasado se establecieron como obligatorios por ley para empresas con plantillas de más de 50 personas. ¿Se fomenta la voluntad real entre el empresariado por acabar con las discriminaciones de género o solo se avanza legislación mediante?
La voluntad de las empresas se ha fomentado hasta tal punto que hemos visto incrementado en más de un 200% el número de solicitudes de visados de planes de igualdad y todo esto desde que el Consell impuso entre las cláusulas de responsabilidad social la obtención de este visado para la mejor puntuación de las empresas y entidades a la hora de obtener una subvención, una licitación o una línea de financiación.
La crisis del coronavirus ha evidenciado la feminización de la pobreza y del trabajo de cuidados. ¿Cómo reparamos esta injusta situación para con las mujeres?
Desde luego, esta crisis sanitaria ha dejado atrás a muchas personas y entre ellas están las mujeres que trabajan en economía sumergida, con contratos parciales y en el ámbito de los cuidados. Por eso, la Renta Valenciana de Inclusión tiene un impacto de género tan importante, porque casi el 75% de las personas que los solicitan son mujeres que necesitan un complemento a sus rendimientos salariales. Aun así, debemos dirigir nuestra política a la dignificación del empleo, fomentando la contratación a tiempo completo, reconociendo el trabajo de los cuidados y exigiendo una igualdad salarial real.
¿Cuáles son los principales objetivos y/o retos que os habéis planteado desde el Instituto de las Mujeres para este 2020?
Nuestro objetivo es consolidar una potente Red Valenciana de Igualdad, así como aumentar la Red de Centros Mujer para una mayor detección y atención a las mujeres víctimas de la violencia de género, así como de las personas menores que las acompañan. La apertura de estos nuevos centros nos permitirá acabar con esa violencia oculta que reside en las zonas donde hay mayor dificultad de movimiento por falta de infraestructuras, transportes o servicios básicos.
También, para este 2020 el colectivo que queremos intervenir es el de mujeres en situación de prostitución, así como todas aquellas que hayan sido víctimas de agresiones o explotación sexual. Es necesario saber que los Centros Mujer también atienden este colectivo, pero queremos profundizar en ello trabajando, cuando pase la crisis del COVID, una Estrategia Valenciana contra las Agresiones Sexuales.