Noa de la Torre: “La perspectiva de género en el periodismo es prácticamente algo nuevo”

Periodista licenciada por la Universitat de València. Trabaja en la delegación del diario El Mundo de la Comunitat Valenciana desde hace más de una década. Está especializada en economía y en educación. Noa de la Torre (@ndelatower) es presidenta de la Unió de Periodistes desde el pasado 2017, entidad desde la que defiende los derechos de su profesión y la deontología en la labor informativa.

Los términos “feminismo” o “igualdad” eran muy difíciles de encontrar en los medios de comunicación hasta no hace muchos años. Ahora aparecen más en las noticias porque también han ganado terreno en el debate público. ¿Crees que se está fraguando un cambio estructural a consecuencia de ello o todavía no se han alcanzado los cimientos del ámbito informativo?

En mi opinión, el cambio que estamos viviendo puede resumirse en esa imagen del pez que se muerde la cola. Los temas relacionados con el feminismo tienen en general más presencia en la agenda mediática porque hay una mayor concienciación social sobre la necesidad de seguir avanzando en la igualdad real entre hombres y mujeres. Por tanto, hay una mayor demanda social de este tipo de temas. Y, al mismo tiempo, existe esa mayor concienciación social porque buena parte del discurso mediático ha contribuido a ello, situando todo lo relativo a la igualdad en un primer plano. El ejemplo más gráfico es la cobertura periodística de las últimas manifestaciones del 8-M, con un gran despliegue de medios. Hay excepciones, obviamente, pero incluso el discurso mediático que se basa en denigrar al feminismo se produce como consecuencia del auge de un movimiento social que hoy más que nunca puede considerarse transversal. En definitiva, estamos asistiendo a un cambio estructural, aunque sin haber alcanzado aún la meta, y con muchos errores por solucionar.

En tu opinión, ¿qué medidas se deberían adoptar para consolidar la perspectiva de género como un valor transversal en el periodismo?

Lo primero y más importante de todo es la concienciación de los propios periodistas. Muchas veces, las rutinas periodísticas obligan a una inercia que, lógicamente, carece de esa perspectiva de género porque nunca ha estado ahí. La perspectiva de género en el periodismo es prácticamente algo nuevo, como lo demuestra el hecho de que apenas está presente en los planes de estudio de Periodismo de las universidades. Con esto quiero decir que no siempre hay mala fe en una noticia con un enfoque machista; simplemente, hay veces en que faltó esa perspectiva de género en el periodista o, incluso, la periodista. Por eso es fundamental la presencia de mujeres en las redacciones, porque suelen ser las primeras en trabajar de forma proactiva por incluir la perspectiva de género en las informaciones. Es algo tan básico como saber mirar de manera diferente a todo lo hecho anteriormente. Y, a partir de ahí, la concienciación de todos.

Las mujeres seguimos siendo minoría en los cargos de dirección en medios y en las voces expertas consultadas. ¿Cuáles son las consecuencias de esta desigualdad e infrarrepresentación para ti?

Lo que he expresado anteriormente. Nos falta una mirada que, en muchos casos, suele aportar matices diferentes, y que por cuestiones obvias sabrá detectar antes en una información por ejemplo si la visión que se da de la mujer deja traslucir tintes machistas. Ahora ya hay una mayor concienciación social y es fácil que cualquiera vea que algo falla en una fotografía llena de hombres en la que no aparece ni una mujer. Pero, hace unos años, ¿quién advirtió de esto en una redacción? Seguramente, una mujer. Hoy todos y todas estamos más acostumbrados a eso de mirar con las gafas violeta, lo cual es positivo.

 ¿Cómo trabajáis por la igualdad desde la Unió de Periodistes?

Trabajamos precisamente para avanzar en esa concienciación de la profesión. Hemos editado una agenda de expertas precisamente para ayudar en esa búsqueda de fuentes. Cuando antes hablaba de la inercia me refería a esto: es más complicado y, por tanto, implica más tiempo, preparar un reportaje con un equilibrio de voces expertas entre hombres y mujeres. O hay concienciación, o seguiremos acudiendo a los mismos expertos de siempre, porque es más fácil encontrarlos y porque nos ahorra tiempo. En esta línea, otro de los manuales que hemos publicado es el de cómo informar de la violencia machista. De nuevo, insisto en la misma idea. Muchas veces el tratamiento incorrecto de determinados temas es fruto del desconocimiento. De ahí que la formación sea clave también, y por ello organizamos talleres y cursos sobre cómo abordar los casos de violencia machista en las informaciones. Una de las últimas iniciativas que hemos puesto en marcha es la convocatoria de la beca de investigación Emili Gisbert, que servirá este año para analizar este año el techo de cristal en el periodismo y el fotoperiodismo valencianos.

Desgraciadamente, la violencia machista ocupa muchos titulares. ¿Qué consejos darías para informar correctamente sobre esta lacra social?

Afortunadamente hemos avanzado mucho desde que la violencia machista no pasaba de una noticia en las secciones de sucesos, donde se presentaba además como un ‘crimen pasional’. Parece una cuestión menor, pero un paso muy importante ha sido justamente sacar estos casos de la sección de sucesos. La violencia de género o machista es un asunto político relevante, y como tal debe nombrarse y tratarse informativamente. Huir del morbo y del sensacionalismo es siempre una regla periodística básica, pero especialmente en estos casos. Tampoco ayudan ni aportan absolutamente nada los típicos testimonios de vecinos y conocidos para comentar un asesinato machista, pero sí las voces expertas en la materia. Es importante respetar la intimidad y privacidad de las víctimas, así como informar de los recursos que tienen a su disposición las mujeres, como el 016.