El acoso en el trabajo es una de las problemáticas más graves y silenciadas del entorno laboral en España. En concreto, el acoso sexual y el acoso por razón de sexo representan no solo una vulneración de derechos fundamentales, sino también un grave obstáculo para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.
En este artículo ofrecemos una visión de conjunto sobre la denuncia por acoso en el trabajo, centrándonos en el acoso sexual y el acoso por razón de sexo.
¿Qué es el acoso en el trabajo?
El acoso laboral, también conocido como mobbing o bullying en el trabajo, se refiere a cualquier comportamiento hostil, intimidatorio o humillante que una persona sufre de manera reiterada en su entorno laboral y que puede manifestarse a través de insultos, amenazas, exclusión social, difusión de rumores, sabotaje del trabajo o cualquier otra acción que menoscabe la dignidad o la salud de la persona afectada.
Dentro del acoso laboral, el acoso sexual y el acoso por razón de sexo son dos de las formas más graves y frecuentes, especialmente hacia las mujeres. El acoso sexual implica cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo (art. 7.1 Ley Orgánica de Igualdad).
Por su parte, el acoso por razón de sexo supone cualquier comportamiento realizado en función del sexo de una persona, con el propósito o el efecto de atentar contra su dignidad y de crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo (art. 7.2 de la misma ley).

Magnitud del problema en España
Las cifras son devastadoras: más de 1,4 millones de mujeres en España han sufrido acoso sexual en el trabajo, y solo un 3% de ellas se atreven a denunciar. Según datos recientes, se estima que más de 8 millones de mujeres han experimentado acoso sexual en algún momento de sus vidas laborales, y más de 3,7 millones lo han sufrido en los últimos cuatro años. Esta realidad evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención, sensibilización y denuncia, ya que estas cifras se traducen en el sufrimiento de muchas personas por vivir una situación de abuso, y en la perdida de talento y productividad para la empresa en la que trabajan las víctimas del acoso.
¿Cómo denunciar una situación de acoso en el trabajo?
Denunciar el acoso laboral es un paso fundamental para erradicar estas conductas y proteger los derechos de las personas trabajadoras, aunque no siempre es sencillo y, en muchas ocasiones, las víctimas que lo sufren no interponen la denuncia por miedo o temor a que su situación no se solucione o pueda incluso empeorar.
A la hora de denunciar, puedes hacerlo a través de tres vías: internamente (es la que vamos a analizar con más profundidad en este artículo), externamente ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, en la comisaría de policía o juzgado de guardia, o ante el juzgado de lo social. Y también puedes a la vía penal. Si decides recurrir a la vía judicial, puedes solicitar desde el inicio la suspensión de la relación laboral, el traslado a otro puesto, la reducción de jornada o incluso la terminación del contrato con derecho a indemnización.
Para denunciar internamente, debes saber que todas las empresas están obligadas a tener un protocolo de prevención y actuación frente al acoso sexual o por razón de sexo. Este protocolo te da la posibilidad de tramitar una queja a través del canal de denuncias previsto, ante el Comité Antiacoso, que activará el protocolo y dará comienzo a la fase de investigación.
Además de comunicar formalmente la situación por escrito a la empresa a través de la queja o denuncia, deberás preparar para cuando llegue el momento de la investigación una descripción cronológica de los hechos identificando a la persona acosadora, y adjuntar todas las pruebas posibles, identificando posibles testigos y aportando un informe médico si la situación de acoso ha afectado a tu salud.
También es importante que sepas que la empresa está obligada a investigar cualquier denuncia por acoso sexual o por razón de sexo, y tomar medidas para remediar la situación. Si la empresa no actúa, puede ser gravemente sancionada.
¿Qué pruebas necesitas para denunciar acoso en el ámbito laboral?
Cuantas más pruebas objetivas puedas aportar, más sólida y solvente será tu denuncia. Las pruebas más habituales y válidas son:
- Mensajes escritos: Correos electrónicos, mensajes de WhatsApp, SMS, chats internos de la empresa, etc.
- Grabaciones de audio o vídeo, y fotografías o capturas de pantalla de mensajes, publicaciones en redes sociales, o cualquier evidencia visual del acoso.
- Testigos, y sean compañeros o compañeras de trabajo, proveedores, clientes, vigilantes, etc., que hayan presenciado situaciones de acoso.
- Si el acoso te ha causado daños físicos o psicológicos (estrés, ansiedad, depresión, etc.), solicita informes que lo acrediten.
- Prepara un registro o diario con fechas, horas, lugares y descripción de cada episodio de acoso. Esto refuerza la credibilidad de tu relato, sobre todo si no tienes testigos directos.
Es posible denunciar solo con tu testimonio si no tienes pruebas materiales, pero siempre es recomendable intentar recopilar todas las evidencias posibles para reforzar la denuncia.
¿Cuáles son las consecuencias del acoso en el trabajo?
El acoso en el trabajo tiene graves consecuencias para la salud física y mental de las víctimas, pudiendo provocar ansiedad, depresión, trastornos del sueño, disminución del rendimiento laboral e incluso abandono del puesto de trabajo.
Como suele suceder, la discriminación trae más discriminación, y se alimenta de sí misma… por eso es importante destacar que, además, el acoso sexual o por razón de sexo también contribuye a perpetuar la brecha salarial y los techos de cristal, ya que en los ambientes laborales en los que el acoso sexual o por razón de sexo no se prevé ni se combate, muchas mujeres se ven obligadas a renunciar a sus empleos o incluso a rechazar promociones para evitar situaciones de acoso.
La brecha salarial en España sigue siendo significativa: en 2023, las mujeres ganaron un 15,7% menos que los hombres, lo que equivale a casi 4.800 euros anuales de diferencia como media. Esta desigualdad salarial se agrava en sectores donde el acoso y la discriminación son más frecuentes, dificultando aún más el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad y liderazgo.
La prevención, la mejor herramienta! Estrategias para prevenir el acoso y fomentar la igualdad.
Para combatir el acoso en el trabajo y avanzar hacia la igualdad real, es fundamental que las empresas adopten una estrategia integral que incluya:
- Formación y sensibilización de todo el personal sobre acoso sexual, acoso por razón de sexo y discriminación.
- Implementación del protocolo de actuación ante denuncias de acoso sexual o por razón de sexo.
- Fomento de la cultura de tolerancia cero frente al acoso y la discriminación.
- Promoción de la igualdad salarial y de oportunidades, eliminando la brecha salarial de género y generando un ambiente laboral saludable y sin discriminación.
- Apoyo psicológico y legal a las víctimas de acoso laboral, sexual y por razón de sexo.

¿Qué son los protocolos ante el acoso sexual o por razón de sexo y que empresas están obligadas a tenerlo implantado?
Todas las empresas, independientemente de su tamaño, sector o número de personas trabajadoras, están obligadas a disponer de un protocolo de prevención y actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo. Esta obligación viene recogida en varias normas clave:
La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Establece en su artículo 48 la obligación de las empresas de promover condiciones de trabajo que eviten el acoso sexual y por razón de sexo, y de arbitrar procedimientos específicos para su prevención y para dar cauce a las denuncias o reclamaciones.
La Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual. Refuerza la obligación de las empresas de prevenir y actuar frente a delitos y conductas contra la libertad sexual, haciendo especial hincapié en el acoso sexual y por razón de sexo, incluyendo el ámbito digital.
El Real Decreto 901/2020, de 13 de octubre, desarrolla la obligación de adoptar medidas para evitar cualquier tipo de discriminación laboral entre mujeres y hombres, incluyendo la prevención del acoso sexual y por razón de sexo, y la necesidad de un protocolo negociado con la representación legal de las personas trabajadoras (RLPT).
Y el Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho de las personas trabajadoras a no ser discriminadas y a una adecuada política de prevención de riesgos laborales.
¿Cuáles son los requisitos y contenido mínimo del protocolo?
El protocolo debe ser un documento formal y accesible para toda la plantilla, que incluya como mínimo los siguientes elementos:
- Una declaración de la empresa en la que manifieste el compromiso de tolerancia cero ante acoso sexual y por razón de sexo.
- La definición de acoso sexual y acoso por razón de sexo, y un listado no exhaustivo de ejemplos de conductas constitutivas de acoso.
- La implementación de una serie de medidas preventivas, como acciones de sensibilización, formación e información a toda la plantilla.
- Un procedimiento de actuación en el que se regulen:
- Canales confidenciales y seguros para la denuncia.
- Plazos claros y concretos que garanticen la celeridad en la tramitación y resolución de las denuncias.
- Garantía de confidencialidad, imparcialidad y protección de la dignidad de las personas implicadas en el proceso.
- Prohibición expresa de represalias contra quienes denuncien o colaboren en la investigación.
- Medidas cautelares para proteger a la víctima, si fuese necesario.
- Redacción de un informe que establezca el resultado de la investigación, y que ponga fin al proceso.
- Información y difusión del protocolo a toda la plantilla, a través de acciones formativas y de sensibilización, de modo que todo el mundo conozca de su existencia, entienda la posición de la empresa ante ese tipo de conductas, sepa como elevar una queja o denuncia, y quede patente que las víctimas cuentan con todas las garantías de confidencialidad e imparcialidad para solucionar su situación de acoso en el trabajo.
Además, la Inspección de Trabajo será, como no podía ser de otro modo, quien va a controlar el cumplimiento de esta obligación, y las sanciones administrativas por no disponer de un protocolo que se ajuste a derecho pueden oscilar entre 7.501 y 225.018 euros, dependiendo de la gravedad y el grado de incumplimiento.
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El acoso sexual y el acoso por razón de sexo en el ámbito laboral son formas de violencia y discriminación que afectan gravemente a la igualdad y la dignidad. Denunciar por acoso sexual o por razón de sexo, es un derecho de las víctimas. Atender las denuncias es una obligación legal de las empresas, de todas las empresas independientemente de su tamaño, y es además una oportunidad para erradicar estas conductas y construir entornos de trabajo seguros y respetuosos.
Si has sufrido acoso en el trabajo o conoces a alguien en esta situación, recuerda que no estás sola. Existen recursos legales, sindicales y profesionales para acompañarte en el proceso de denuncia y recuperación. Actuar es el primer paso para cambiar la realidad laboral y garantizar un futuro más igualitario y libre de violencia para todas las personas.
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